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Preparar el material de dibujo

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Una de las grandes ventajas del dibujo es que requiere poca preparación. ¿Una inspiración repentina? Basta coger un bloc y un lápiz, y dejar volar tu imaginación.  De cualquier modo, a continuación encontrarás algunos elementos que no debes menospreciar.

1. Fijar el papel

El papel, aunque grueso, nunca es totalmente rígido. Por lo tanto, es indispensable utilizar un soporte.

El cuaderno de croquis o el bloc de dibujo son suficientes. Por eso se recomienda si eres principiante o si dibujas al aire libre.

Si trabajas con una hoja, tendrás que fijarla previamente a un soporte, para evitar arrugar el papel o ver cómo tus hojas sueltas se van volando.

Según tus gustos, podrás fijar el papel a:

  • una tabla de dibujo en madera o contrachapado, utilizando pinzas de dibujo.
  • un cartón de dibujo, utilizando pinzas, chinchetas o cinta adhesiva.

2. Preparar el banco de trabajo

Improvisar un taller en casa es muy sencillo: una superficie para trabajar, una buena iluminación y ¡eso es todo! Al aire libre, se impone el sistema D.

 

2.1. Los soportes:

Una mesa despejada basta para crear un buen espacio de trabajo.

 

Si quieres trabajar en un soporte inclinado, utiliza un caballete o un caballete de mesa. Tus gestos se verán facilitados y encontrarás la posición más cómoda para tu nuca.

Puedes trabajar como te venga bien, sentado o de pie. Ten presente que tienes que poder desplazarte fácilmente para acercarte al dibujo o, al contrario, tomar distancias. Si eliges dibujar sentado, instálate en una silla o taburete con ruedas.

Al aire libre, puedes utilizar el cartón de dibujo como soporte. Ten en cuenta que también existen caballetes especialmente adaptados para el trabajo al aire libre: los caballetes de campaña.

 

 2.2. La luz
 

  • En el interior, si eres diestro, instálate de forma que tengas la luz a la izquierda para no ocultarla con tu mano. Haz lo contrario si eres zurdo. Si te falta luz, puedes instalar lámparas de despacho. Lo ideal es colocar una a cada lado del trabajo, así una anulará las sombras creadas por la otra.
     
  • Al exterior, espera hasta el último momento para aplicar las zonas de sombra. La luz cambia rápido y podrás verte desestabilizado por un cambio radical de la luminosidad.

Truco: un caballete improvisado.

¿Estás trabajando con un formato grande? Siéntate en una silla o taburete, fija la hoja a una tabla de dibujo y encájala entre tus rodillas. Apoya la parte superior de la tabla sobre el respaldo de una segunda silla colocada frente a ti. De este modo, dispondrás de un plano estable cuya inclinación puedes adaptar en todo momento.