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Dibujo : Fabricar un cuaderno de croquis

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Una solución ideal para reciclar con astucia los recortes de papel y disponer de un material personalizado, adaptado a tus necesidades y deseos.

¿Por qué fabricar tu propio cuaderno de croquis?

Te parece que el material que se vende en las tiendas es demasiado uniforme y sueñas con un soporte que mezcle distintos papeles, adaptados a tus medios predilectos: de boceto, de color, calco...

Por gusto o para un trabajo específico: quieres trabajar con un formato particular o reunir en el mismo cuaderno hojas de tamaños distintos.

Te gusta personalizar tus cuadernos con una cubierta estética, o con un encuadernado japonés.

Técnicas para encuadernar las hojas
 

¿Quieres tener la posibilidad de reorganizar tus bocetos posteriormente? Opta por un dispositivo amovible.

- Ensamblaje mantenido por dos pinzas de dibujo.

- Hojas perforadas insertadas en un clasificador, o unidas con dos anillas de metal, cintas, lazos o trozos de cordón anudados.

¿Prefieres tener un verdadero álbum? Hay varios métodos para unir las hojas.

- Una espiral de plástico (existen modelos que no requieren la encuadernadora).

- Grapas (hay grapadoras específicas que permiten unir hasta 50 hojas) o encuadernadores, que atraviesan todos los documentos (previamente perforados) y se pliegan detrás del último.

- Un encuadernado cosido con hilo de lino, de tipo encuadernado japonés.

Truco: Páginas fáciles de pasar

Según el dispositivo elegido (por ejemplo, grapas) hojear el cuaderno no será tan fácil como con una libreta de gusanillo o un encuadernado cosido como el de los libros. En ese caso, nada te impide realizar pliegues en cada hoja, a 1 cm aproximadamente de la encuadernación: utiliza una regla y una plegadera, incide muy ligeramente las hojas de papeles gruesos utilizando un cúter pero sin cortarlos.

2. El material

El papel: compón tu selección en función de tu humor y de tus necesidades. Puede utilizar solamente papel de boceto, o también calco, hojas de colores y texturas variadas...

La cubierta: la técnica de encuadernación elegida determinará tu elección. Cuanto más fijo sea en ensamblaje, más blanda tendrá que ser la cubierta: papel de dibujo de color o artesanal, bristol, etc. Para una encuadernación de tipo libro o clasificador, puedes elegir un cartón grueso o un contracolado decorado.

El cartón de fondo: para una encuadernación de tipo libro, elígelo de preferencia idéntico a la cubierta. En los demás casos, utiliza un bristol grueso, un cartón de conservación o sencillamente un solo grosor de cartón madera (se utiliza para la enmarcación).

¿Cómo proceder?

Etapa 1: preparar los papeles y cartones

- Prepara las hojas cortándolas con el tamaño deseado utilizando un cúter.

- Corta, de preferencia con el formato de las hojas, los elementos que forman la cubierta.

- Haz las perforaciones necesarias: con una perforadora para los gusanillos, anillas y cintas; utilizando un punzón para preparar el paso de la aguja en caso de encuadernación cosida, de tipo libro o japonesa.

 

Etapa 2: unir las hojas y la cubierta

- La encuadernación de tipo libro Dobla las hojas en dos, ábrelas y luego superponlas. Ensámblalas realizando un cosido longitudinal con puntos planos, dentro del pliegue.También puedes plegar varias veces las hojas grandes: cose cada paquete por un lado y luego libera los otros tres con un cúter. Este ensamblaje, denominado cuaderno, no soporta más que unas quince hojas como máximo. Cose los cuadernos juntos, y luego pega la cubierta sobre ellos. ¡Cuidado!: ¡esta técnica requiere un poco de experiencia!

 

- La encuadernación japonesa Más sencilla de realizar, es muy estética y se adapta particularmente a los álbumes de bocetos. Marca las futuras perforaciones, a intervalos regulares, a 1 cm aproximadamente del borde lateral de la obra. Perfora todos los elementos, incluida la cubierta, con un punzón si piensas coserlo con hilo de lino, o con una perforadora para una cinta. Une el conjunto utilizando pinzas de dibujo. Prevé una longitud de hilo equivalente a 6 veces la altura de la obra y utiliza una aguja de tapicería. Pasa la aguja por el primer agujero (borde inferior), por delante de la obra (deja sobresalir el extremo libre del hilo en unos 10 cm). Haz un bucle alrededor del lomo, vuélvela a pasar por el mismo agujero, siempre por el frontal. Repite la operación tensando el hilo: la aguja se encuentra ahora detrás de la obra. Pasa al agujero siguiente, pasa la aguja por dentro del mismo. Haz un bucle alrededor del lomo, vuelve a pasar la aguja por el mismo agujero: ahora ésta se encuentra delante de la obra. Pasa al agujero siguiente, procede del mismo modo hasta el último, en el que realizarás dos bucles: uno alrededor del lomo, u otro alrededor del borde superior de la obra. Visualmente, la costura tiene un aspecto de línea de puntos. Termina el trabajo procediendo de la misma manera pero en sentido contrario, realizando un bucle alrededor de cada perforación. Ata sólidamente los dos extremos del hilo abajo, detrás de la obra, y corta el que sobre.