Según tus deseos, elegirás la calidez de la sanguina, el aspecto aterciopelado del carboncillo o la precisión del lápiz de grafito... ¡Luego irás descubriendo a tus mejores compañeros de camino!
Según tus deseos, elegirás la calidez de la sanguina, el aspecto aterciopelado del carboncillo o la precisión del lápiz de grafito... ¡Luego irás descubriendo a tus mejores compañeros de camino!
Instrumento ineludible, el grafito (o lápiz) está disponible con distintos grados de dureza:
Las minas de plomo (no recubiertas de madera) y los bastoncillos de grafito también pueden utilizarse para trazar líneas o realizar zonas planas.
Para empezar, el kit de supervivencia es:
Más tarde, ampliarás la colección en función de tus necesidades y progresos técnicos.
Junto a la tiza, es uno de los instrumentos de dibujo más antiguos, sencillo de usar y económico a la vez. El carboncillo es perfecto para realizar croquis y trabajos de luces y sombras ya que, al contrario de la mina de grafito, es mate y no refleja la luz.
Como el grafito, existe con distintos grados de dureza. Para empezar, utiliza de preferencia un carboncillo de mina blanda y diámetro ancho, más fácil de manejar. Según la presión que ejerzas sobre el bastoncillo, obtendrás una amplia paleta de matices, del gris claro al negro intenso.
Su tono terroso varía del ocre rojo al rojo intenso, de ahí su nombre evocador.
La sanguina puede presentarse en forma de lápices, minas, tizas grasas o secas, e incluso bastoncillos.
Al principio, es mejor privilegiar la sanguina seca, más fácil de difuminar y borrar.
Sanguina y tiza blanca, un dúo de choque
¡La sanguina se presta a todas las fantasías! Para un resultado óptimo, utiliza papel Canson® Mi-Teintes y dibuja el tema con sanguina, realzando luego las zonas de luz con tiza blanca.
Para empezar, es muy fácil: una caja de 12 lápices de colores de escolar será suficiente.
A base de agua, de alcohol, de punta fina y gruesa, rígidos o flexibles, recargables o no... La oferta es amplia y seguro que encuentras lo que necesitas. Como con los lápices de color, puedes dar tus primeros pasos comprando una sencilla caja de escolar.
Da prioridad a las puntas rígidas, que te permitirán definir las formas de manera más precisa.
¿Lo ideal para iniciarse? Un estuche que contenga todo lo necesario: bastoncillo de tinta, recipiente para la preparación, pincel, pluma y porta plumas, cálamo, etc. Así podrás probar los distintos instrumentos sin arruinarte.