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Elegir los medios para dibujar

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Según tus deseos, elegirás la calidez de la sanguina, el aspecto aterciopelado del carboncillo o la precisión del lápiz de grafito... ¡Luego irás descubriendo a tus mejores compañeros de camino!

1. El grafito

Instrumento ineludible, el grafito (o lápiz) está disponible con distintos grados de dureza:

  • Los más frecuentemente utilizados son de dureza media (B y 2B). 
  • Las minas blandas, más oscuras, son ideales para el trabajo de detalles o de croquis (4B o 5B).
  • Las más duras, de un gris muy claro, te servirán en los trazados de preparación.
  • Las minas de plomo (no recubiertas de madera) y los bastoncillos de grafito también pueden utilizarse para trazar líneas o realizar zonas planas.

Las minas de plomo (no recubiertas de madera) y los bastoncillos de grafito también pueden utilizarse para trazar líneas o realizar zonas planas.

Recordatorio: el estuche del principiante

Para empezar, el kit de supervivencia es:

  • un lápiz B y 2B. Sus gamas de matices son ampliamente suficientes para tratar los distintos valores.
  • un lápiz 4B para los croquis. Cuidado, la mina blanda se gasta más rápido. ¡Recuerda reponer el stock!
  • un bastoncillo de grafito de dureza media (2B, por ejemplo) para las zonas planas.

Más tarde, ampliarás la colección en función de tus necesidades y progresos técnicos.

2. El carboncillo

Junto a la tiza, es uno de los instrumentos de dibujo más antiguos, sencillo de usar y económico a la vez. El carboncillo es perfecto para realizar croquis y trabajos de luces y sombras ya que, al contrario de la mina de grafito, es mate y no refleja la luz.

Como el grafito, existe con distintos grados de dureza. Para empezar, utiliza de preferencia un carboncillo de mina blanda y diámetro ancho, más fácil de manejar. Según la presión que ejerzas sobre el bastoncillo, obtendrás una amplia paleta de matices, del gris claro al negro intenso.

3. La sanguina

Su tono terroso varía del ocre rojo al rojo intenso, de ahí su nombre evocador.

La sanguina puede presentarse en forma de lápices, minas, tizas grasas o secas, e incluso bastoncillos.

Al principio, es mejor privilegiar la sanguina seca, más fácil de difuminar y borrar.

Truco

Sanguina y tiza blanca, un dúo de choque

¡La sanguina se presta a todas las fantasías! Para un resultado óptimo, utiliza papel Canson® Mi-Teintes y dibuja el tema con sanguina, realzando luego las zonas de luz con tiza blanca.

4. Los lápices de colores

Para empezar, es muy fácil: una caja de 12 lápices de colores de escolar será suficiente.

 

  • La calidad: en función de la calidad de los pigmentos, su mina será más o menos blanda y, por consiguiente, su color cubrirá más o menos el papel. No dudes en probar los lápices en distintos tipos de papel antes de comprarlos.

 

  • Los colores: cuanto más progreses, más ganas tendrás de probar nuevos tonos. No te preocupes, la mayoría de lápices se venden por unidades, y podrás ir completando la paleta con el tiempo.

5. Los rotuladores

A base de agua, de alcohol, de punta fina y gruesa, rígidos o flexibles, recargables o no... La oferta es amplia y seguro que encuentras lo que necesitas. Como con los lápices de color, puedes dar tus primeros pasos comprando una sencilla caja de escolar.

Da prioridad a las puntas rígidas, que te permitirán definir las formas de manera más precisa.

6. La tinta china

¿Lo ideal para iniciarse? Un estuche que contenga todo lo necesario: bastoncillo de tinta, recipiente para la preparación, pincel, pluma y porta plumas, cálamo, etc. Así podrás probar los distintos instrumentos sin arruinarte.