La serenidad de la mañana, la irrealidad de un decorado brumoso, la teatralidad de una escena de tormenta... Un paisaje que marca el recuerdo se caracteriza ante todo por un ambiente especial.
La serenidad de la mañana, la irrealidad de un decorado brumoso, la teatralidad de una escena de tormenta... Un paisaje que marca el recuerdo se caracteriza ante todo por un ambiente especial.
Cualquiera que sea el número de colores implicados, el contraste nace de la oposición entre los tonos claros y oscuros. Cuanto más radical sea la oposición entre el fondo y el tema, más ganará en relieve éste último y más se impondrá en una composición decididamente teatral.