Follaje denso, playa de cantos, reflejos sobre el agua... Para representar superficies complejas, la proyección es una técnica sencilla y eficaz a la vez.
Follaje denso, playa de cantos, reflejos sobre el agua... Para representar superficies complejas, la proyección es una técnica sencilla y eficaz a la vez.
Proyecciones finas: moja una brocha de pelos rígidos en la pintura y sacúdela para retirar el exceso. Colócala cerca de la zona que quieres salpicar, pasa el dedo por los pelos y suéltalos suavemente para obtener una lluvia ligera.
-El tema: una playa de arena fina
Proyecciones gruesas: moja un pincel brocha 1 o 2 cm en la pintura, y sujétalo cerca de la zona que quieres cubrir. Levanta los pelos con el dedo y suéltalos bruscamente.
-El tema: una playa de cantos, una superficie irregular
Realiza las proyecciones primero con un color, deja secar antes de proyectar el segundo color. Truco para acelerar el secado: utiliza un secador de pelo.
-El tema: un follaje otoñal
El pequeño plus: para un mejor resultado, opta por un claroscuro de colores.
Estas producen manchas muy claras, ideales para representar un paisaje de nieve o los destellos del sol en el agua.
-Con agua: carga la brocha, y luego proyecta gotitas finas sobre el lavis seco. Para acentuar el efecto, seca las proyecciones con papel absorbente.
-Con drawing gum: aplasta la goma entre el dedo y la brocha, y luego proyéctala sobre el papel. Superpón un lavis a la superficie. Una vez seca la pintura, frota para retirar la goma y dejar aparecer el papel virgen.
La técnica consiste en pulverizar la pintura en seco sobre el papel utilizando un cepillo de dientes o un pincel.
-Cuanto más grueso sea el instrumento, más tosco será el efecto, y viceversa.
-Cuanto más alejado esté del papel, mayor será la zona cubierta.
-Cuanto más diluida esté la mezcla de pintura, más ligero será el efecto.
-Cuanto más húmedo esté el papel, más atenuado será el resultado.