2. Mezclar según las reglas
La pasta obtenida puede utilizarse inmediatamente. También puedes trasladarla a pequeños recipientes con tapa hermética, y utilizarlos luego como la acuarela clásica.
- Pon una cuchara de pigmentos en polvo en una placa de vidrio, añade el mismo volumen de solución de goma arábiga. Mezcla con cuidado utilizando una espátula fina, humedeciendo bien todos los pigmentos.
- Muele esta mezcla, con una espátula o con una moleta, para aplastar los pigmentos lo máximo posible.
La dosis de goma arábiga depende de la naturaleza de los pigmentos y del resultado que quieras obtener. Cuando mayor sea la proporción, más brillante será el color. En cambio, una pintura con demasiada goma tenderá a resquebrajarse.
Los pigmentos orgánicos son más difíciles de humedecer: añade eventualmente algunas gotas de hiel de buey, un agente mojante.
Para preparar grandes cantidades de pintura, utiliza un mortero y una maja.