Esa técnica llamada "esgrafiado" permite hacer resurgir parcialmente un color rascando el que lo recubre. Con la punta de un cuchillo o de un cúter, puedes crear cualquier motivo. ¡Diviértete!
Algunos conocimientos
El esgrafiado se adapta particularmente bien a los pasteles al óleo, utilizados de preferencia en capas gruesas.
Este método también puede utilizarse con los pasteles secos, siempre y cuando se fije previamente el primer color antes de aplicar el segundo.