El pastel ¿un juego de niños? No exactamente... ya que requiere, ante todo, un buen dominio del dibujo. Además, la fragilidad de los pigmentos y la opacidad de los colores, que hace más complejas las correcciones, imponen algunas precauciones.
El pastel ¿un juego de niños? No exactamente... ya que requiere, ante todo, un buen dominio del dibujo. Además, la fragilidad de los pigmentos y la opacidad de los colores, que hace más complejas las correcciones, imponen algunas precauciones.
Muy cercano al dibujo, el pastel permite realizar trazos precisos, correspondiendo cada marca dejada a un gesto del artista. Sin embargo, los pigmentos son difíciles de borrar: por lo tanto, más vale trabajar con un gesto seguro.
El pastel es inestable y volátil. Para que los pigmentos se adhieran al soporte (en el boceto de preparación, un trazo o zona plana), sólo hay una solución: vaporiza fijante. Una vez aplicado este producto, ya no podrás difuminar los colores.
Algunos trucos para atenuar los errores, al no poder borrarlos completamente: