Transparencia, luminosidad, efectos de materia, trabajo minucioso en los detalles...Las posibilidades del áleo son infinitas... Seis etapas clave para guiarte en la elaboración de una obra con pintura al óleo.
Transparencia, luminosidad, efectos de materia, trabajo minucioso en los detalles...Las posibilidades del áleo son infinitas... Seis etapas clave para guiarte en la elaboración de una obra con pintura al óleo.
Se trata más de una "guía de encuadre" que se un auténtico dibujo. No es una etapa obligatoria, pero resulta ser muy útil para ir aplicando luego los colores.
Observa el tema con los ojos medio cerrados, así se resumirá a manchas de colores y masas borrosas. Esto te ayudará a eliminar los detalles superfluos y a simplificar las formas que lo componen.
Para que la pintura se adhiera bien y se seque sin resquebrajarse, tienes que aplicar una capa de fondo fina.
También puedes utilizar pintura acrílica, que seca más rápido.
Para comprobar si el fondo está seco, pasa ligeramente el índice por distintos lugares: si no tiene ningún resto de pintura (aunque la superficie dé la impresión de estar pegajosa) podrás aplicar la capa siguiente.
El color se va aplicando con la superposición de capas. Empieza por las zonas de luces y sombras, rellena las grandes zonas de color y luego trabaja con paciencia, superponiendo capas de colores cada vez más intensos.
Existe otra técnica, más rápida, destinada a pintores más experimentados: la pintura « alla prima » . Utilizada al aire libre o con un modelo para captar la espontaneidad de una escena, permite terminar el cuadro en una sola sesión, ya que cada capa de color se aplica sobre la anterior aún fresca
Ahí es donde se realiza el verdadero trabajo del pintor. Ya no se trabaja "en la masa", sino con toques ligeros. A esto se le llama "hacer que el lienzo cante". Es el acorde final de los tonos.