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Actividades infantiles: Dibujar un gato

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Al dibujar un gato, hay una sola regla de oro: una buena mirada. Luego, unas formas geométricas son suficientes para darle vida ...

1. Hacer un boceto rápido

Usa un lápiz, para hacer trazos delgados y ligeros. 

Coloca una cruz en la cabeza del gato: la línea horizontal al nivel del ojo y la vertical al centro. Así podrás ubicar los ojos y la nariz (¡o la trufa!) siguiendo las líneas sin el temor de ubicar un ojo más alto que el otro. 

Este primer paso tarda sólo unos segundos, pero es crucial, ya que permite que tu mascota tenga buenas proporciones y una figura reconocible al instante (¡incluso con tres ojos y dos colas!).

 

Truco

  • El gato se impulsa con sus fuertes patas traseras: ¡no dudes en dibujarlo en una pose imponente! 
  • El gato es un animal anguloso, por lo que es más fácil (y lógico) no dibujarlo demasiado en redondo.

2. Viste a tu gato

Las orejas: pueden ser cortas, largas, pequeñas o no, pero deben estar afiladas.

Los ojos: almendrados, si no tu gato no es un gato (trata de dibujar un gato con las orejas y los ojos redondos. El resultado: ¡se verá como un ratón!). 

Las patas: las delanteras, hazlas extendidas. Las traseras, parecen estar listas para saltar (¡puede decirse que un gato sentado no es más que un resorte en reposo!). 

La boca: sonriente, dando una expresión lúdica a tu gato. No hay que olvidar que

La cola: en movimiento, expresiva si es posible, para dar más vida a tu mascota.

3. «Personaliza» tu gato

Algunos mechones en las orejas o en la parte posterior son siempre bienvenidos. 

Los bigotes flexibles son indispensables. Hay que evitar a toda costa los bigotes tiesos como espaguetis crudos. 

Nuestro felino no se viste: un collar sencillo (o un hermoso corbatín) ¡y listo!

No te olvides de las cosas simples que son importantes: un colmillo que sobresale de los labios, algunos arañazos o pequeños sombreados que simbolizan la sombra y dan volumen.

4. Colorea tu dibujo

El gato es un animal gracioso y lleno de misterio. Es el compañero tradicional de los Magos y otros hechiceros. No dudes en colorearlo con un poco de fantasía: grandes ojos amarillos o verdes son consistentes con su personalidad un poco "fantástica". 

Si no te quieres romper la cabeza con los detalles, siempre se puede hacer un gato negro. Pero ten cuidado de no abusar de esta "técnica": enmascara tus errores pero no te permite progresar.