
Para sugerir un movimiento o atraer la atención del lector hacia el elemento principal del dibujo: ¡simplemente hay que trazar líneas!
Para sugerir un movimiento o atraer la atención del lector hacia el elemento principal del dibujo: ¡simplemente hay que trazar líneas!
Para empezar, utiliza una regla. Con la práctica y un buen dominio, podrás trazar las líneas a mano alzada.
Se sitúan en el plano de fondo, por ejemplo alrededor de un personaje que va corriendo. Tienen que ser horizontales, afiladas (es decir, terminar en punta) y paralelas entre ellas a la vez. Cuanto más cerca estén las líneas, más rápido es el movimiento sugerido.
Etapa 1: la regla
Etapa 2: el trazado
Puedes utilizar el instrumento que elijas: bolígrafo o pluma. Si utilizas una pluma, ten cuidado con la cantidad de tinta. Demasiada tinta: la línea no será bastante afilada. Poca tinta: la línea será discontinua.
Estas te permitirán atraer la atención hacia un personaje, su rostro, un objeto, etc.
Etapa 1: determinar el punto de convergencia
Etapa 2: pasar al trazado