¿Aficionado a los mangas? Ahora te toca a ti crear personajes y una historia con la ayuda de tu pluma. Descubre las 6 etapas clave que te llevarán a cumplir tu sueño: crear tu propio manga.
¿Aficionado a los mangas? Ahora te toca a ti crear personajes y una historia con la ayuda de tu pluma. Descubre las 6 etapas clave que te llevarán a cumplir tu sueño: crear tu propio manga.
Historia, personajes, acciones... las ideas se mezclan en tu cabeza. Es importante plasmarlas sobre el papel para seleccionarlas y ordenarlas. Por lo tanto, empieza estableciendo el tema general de tu guión (de amor, una historia policiaca, una comedia, etc.).
Luego trabaja tus personajes: el héroe o heroína, el anti-héroe y los personajes secundarios. Detalla el carácter de cada uno y esboza su apariencia física. Esta última tiene que reflejar la personalidad del personaje.
Redacta el guión: de la introducción al desenlace, pasando por la trama y los distintos acontecimientos importantes.
Detalla los actos del guión. Tienes que dividir el guión en varias secuencias. Cada secuencia presenta una unidad: de lugar (la acción se desarrolla en una cafetería), de tiempo (el héroe se levanta) o de acción (el héroe se enfrenta a su rival). Esta división consiste en asociar a cada secuencia cierto número de páginas para describirla.
Tú haces el resto...
- El héroe se despierta tarde y se da cuenta de que va a llegar con mucho retraso. Al levantarse, tropieza con las sábanas, se golpea la cabeza en el suelo y echa pestes contra este día que, decididamente, empieza mal... hasta que su dulcinea entra en la habitación con una taza de café humeante.
- Para representar estos elementos, prevé una página doble (p. 1 y 2).
Piensa en la composición de las páginas: ¿cuántas viñetas necesitas? ¿Cómo las vas a organizar para que la página esté equilibrada? Sólo hay un método: ¡crea un storyboard! Como los realizadores, esboza tus futuras páginas.
¡Presta atención al sentido de la lectura! Tradicionalmente, en los mangas japoneses, el sentido de lectura es de derecha a izquierda: la primera viñeta de la página se situará, por lo tanto, arriba a la derecha de la página derecha.
Para evitar la monotonía, varía el tamaño de las viñetas y los distintos planos (gran plano, plano corto, plano medio, etc.).
Cuando abres un manga, tu mirada se dirige instintivamente hacia la parte superior de la página de la izquierda. ¿Quieres resaltar un dibujo o un elemento de la acción especialmente importante? ¡Procura colocarlo en este lugar!
Traza los contornos de las viñetas con lápiz de color azul (invisible en la impresión) y luego realiza los croquis con lápiz gris dentro de cada una: dibuja los decorados, respetando la perspectiva, y los personajes. Sitúa los puntos de referencia para los futuros efectos.
Empieza entintando el contorno de las viñetas: los más diestros podrán trazar las líneas con regla y pluma... para los que empiezan, mejor utilizar un rapidógrafo o un rotulador de punta muy fina.
En el fondo, con una pluma, sitúa los bocadillos donde insertarás los diálogos, así como los textos que van fuera de los bocadillos.
Repasa con tinta los contornos del decorado y de los personajes.
Añade los efectos: líneas de velocidad, flashes, mallas, etc.
Recordatorio
Durante el entintado, no olvides enjuagar la pluma con frecuencia con agua limpia: así evitarás que la tinta se seque dentro de ella.
Para los detalles, como el pelo, la ropa, los pequeños elementos del decorado, utiliza un rotulador fino, más práctico para dibujar con precisión.
Para las zonas planas y las sombras, utiliza un rotulador grueso o un rotulador-pincel.
Procura aplicar tramas en los fondos y trabajarlas (plumeado, engomado) para crear efectos elaborados dignos de los mejores mangakas. No olvides limpiar bien la superficie del dibujo original antes de crear una trama.
Tu manga va tomando forma, pero todavía no está listo para su lectura: ¡faltan los diálogos y los detalles!
¡Todo está en el detalle! Una gota de blanco corrector en el centro de una pupila y tu personaje se vuelve más malicioso, proyecta blanco sobre un fondo negro y tus héroes se besan bajo un celo estrellado... Utiliza el blanco en todas sus formas (blanco opaco, blanco corrector, tienta blanca) para corregir, afinar, enriquecer tus dibujos hasta la perfección.
Empieza situando los diálogos con lápiz de color azul en cada bocadillo: entrénate en un borrador reproduciendo la forma del bocadillo e insertando el texto. Cuando hayas encontrado la configuración adecuada, entinta los caracteres con una pluma (o con un rotulador fino).