Los ojos desmesurados y animados son característicos de los personajes de manga. Jugar con su tamaño permite expresar una amplia gama de emociones. Cada mangaka tiene su estilo: ¡y tú tienes que crear el tuyo!
Los ojos desmesurados y animados son característicos de los personajes de manga. Jugar con su tamaño permite expresar una amplia gama de emociones. Cada mangaka tiene su estilo: ¡y tú tienes que crear el tuyo!
Para un personaje infantil o adolescente (o incluso para un kawaii), la línea de los ojos y de las cejas tiene que situarse en el centro del rostro. Para los adultos, estará más arriba.
Al dibujar con el lápiz: dibuja las líneas de referencia del rostro sin apretar.
Traza una línea vertical: tiene que pasar entre los dos ojos, dispuestos de manera simétrica.
Traza tres líneas horizontales paralelas para asegurarte de que las pupilas estén bien proporcionadas.
Todo está en la mirada: la edad, la personalidad, la naturaleza, el humor del personaje. Inspírate volviendo a los orígenes: estudia con atención el estilo de tus mangakas preferidos.
¡Es muy sencillo!
La posición de las pupilas determina la dirección de la mirada.
Sólo hay un límite: coloca las dos a la misma altura, a no ser que quiera que el personaje sea bizco.
¡Los ojos hablan mucho de un personaje! He aquí algunos ejemplos en los que puedes inspirarte.
Los kawaiis tienen los ojos grandes y redondos, con las pupilas claras. Añade chispas en su mirada para expresar su malicia.
Los afectuosos tienen los ojos más bien pequeños, con los ángulos exteriores ligeramente caídos, para demostrar su amabilidad y empatía.
Los seductores, algo egocéntricos, tienen los ojos anchos, más cerca de la nariz que los demás, con los ángulos triangulares.
Los malos tienen los ojos más delgados y angulosos. Reduce sus pupilas a la mínima expresión para revelar su falta de humanidad.