Al ensuciar poco, la pintura acrílica se limpia fácilmente con agua y jabón. Pero, como en todas las demás técnicas, es indispensable cuidar el material para conservarlo durante mucho tiempo.
Al ensuciar poco, la pintura acrílica se limpia fácilmente con agua y jabón. Pero, como en todas las demás técnicas, es indispensable cuidar el material para conservarlo durante mucho tiempo.
Dado que la pintura acrílica se seca muy rápido, tienes que mantener los pinceles húmedos durante toda la sesión de trabajo... si no, la pintura se incrustará sobre todo alrededor de la abrazadera, pegará el pelo y dificultará la limpieza final. Lo mejor es disponer los pinceles que utilices menos en posición plana, en un recipiente poco profundo (bandeja o fuente de gratinar).
Si no los utilizas durante un largo periodo de tiempo, guárdalos en posición plana en una caja o cajón, protegidos del polvo, añadiendo un poco de antipolillas.
Un pincel limpio en 5 etapas:
- Empieza aclarando el mechón del pincel en un recipiente de agua limpia.
- Luego elimina el exceso de agua en los pelos del pincel sacudiéndolo enérgicamente con pequeños movimientos secos de la muñeca.
- Si constatas que queda pintura incrustada entre los pelos en la abrazadera, enjabona delicadamente el mechón en la palma de la mano y aclara con abundante agua caliente.
- Alisa delicadamente el mechón entre el pulgar y el índice para colocar todos los pelos en su sitio.
- Deja secar el pincel en posición plana, sobre un papel absorbente o una toalla. Una vez seco, guárdalo en un bote de pinceles, con el mechón orientado hacia arriba.
Recuerda: evita que los pinceles se sequen en posición vertical, ya que el agua se infiltra dentro de la abrazadera. Consecuencia: la humedad hace que se hinche la madera del mango y separa los pelos. El pincel pierde sujeción y precisión en el trazo.
¿Pintura seca y muy incrustada? ¡Prueba uno se estos dos métodos!
- Deja el pincel en remojo con agua caliente: ésta reblandecerá la pintura y podrás retirarla cuidadosamente con los dedos.
- Utiliza disolvente de tipo aguarrás, y luego aclara abundantemente.
Fabricada a base de agua, la pintura acrílica se endurece al evaporarse ésta, y se seca muy rápido: por lo tanto, es indispensable enroscar bien el tapón de los tubos o frascos tras cada utilización.
- Seca la rosca con un paño antes de enrocar el tapón en el tubo para evitar que se pegue. Si de todas formas el botón quedara pegado, lo más sencillo es colocar el tubo en agua caliente hasta que se pueda desenroscar sin forzarlo.
- Enrolla la parte vacía del tubo de modo que la pintura quede acumulada detrás de la rosca. ¿Por qué? En una sola ojeada, podrás saber la cantidad de pintura que te queda.
Recuerda: en previsión de una futura sesión de trabajo, puedes conservar la pintura húmeda en la paleta recubriéndola con plástico alimentario.
En cuanto hayas terminado la sesión de pintura ¡limpia la paleta! Cuanto menos tiempo tenga la pintura para secarse, más fácil será limpiarla. Empieza retirando el exceso de pintura con un cuchillo para paleta, luego aclárala con agua caliente y frota la pintura resistente con una esponja y un poco de jabón.
- Las paletas en porcelana o cerámica se limpian con facilidad: sencillamente, déjalas sumergidas en agua caliente y luego acláralas bajo el grifo.
- Las paletas en plástico se ensucian con facilidad si no se limpian bien tras cada utilización: límpialas meticulosamente con jabón y una esponja. No dudes en frotar las esquinas con un cepillo de dientes impregnado con jabón.