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Toda técnica: Colgar cuadros en la pared

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Fijación, iluminación, colocación, disposición en grupo o solo... a continuación ofrecemos una visión general de las principales técnicas que permiten realzar una o varias obras de arte.

1. Equipar una obra enmarcada

La mayoría de obras enmarcadas vienen equipadas con una o varia anillas, mantenidas al cartón de fondo gracias a una trenza de lino.

  • Una anilla es suficiente para los formatos pequeños.
  • A partir de 30 x 40 cm, serán necesarias dos como mínimo.
  • Para las obras más pesadas, es conveniente equiparlas con anillas remachadas o pintones redondos cerrados, fijados a la moldura del marco.

¡Cuidado! Cuanto más pese la obra, más sólido tiene que ser el elemento de unión: trenza de lino, alambre, cadenita metálica.

2. Colgar una obra

  • El sistema más sencillo: inserta la anilla del marco en una escarpia fijada a la pared. Utiliza tacos adaptados al tipo de soporte: nilón para los materiales densos (hormigón, piedra...) y de expansión para las paredes huevas (placas de yeso, ladrillo). Los tabiques de madera aceptan clavos y escarpias.
  • En lugar de escarpias puede utilizar tacos en X: patas metálicas dotadas de un gancho a un lado y perforadas por el otro para permitir el paso de una o varias puntas. Existen numerosos modelos: elígelos en función del tipo de pared y del peso del marco.
  • Un punto de anclaje en la pared es suficiente. Si la obra pesa mucho, y si el soporte es frágil, puede ser útil colocar dos.

Una idea sobre: Los sistemas de varillas

  • Los galeristas y amantes del arte utilizan los sistemas de varillas, que resultan muy prácticos. Un perfil con una ranura, fijado horizontalmente a ras del techo, sostiene una o varias varillas metálicas verticales. Unos ganchos ajustables, fijados a las varillas, permiten colgar las obras.
  • Otra opción: suspende tus cuadros al perfil con cables metálicos y cordones de lino. La gran ventaja de este dispositivo es su versatilidad:  puedes cambiar de decoración en un abrir y cerrar de ojos sin tener que tapar feos agujeros.

El pequeño plus: cuelga los cuadros pequeños en una varilla central, duplica o triplica el dispositivo para volúmenes importantes. Estética, la suspensión en triángulo consiste en anclar dos elementos de unión, fijados a las dos partes de la obra, en un único punto del perfil.

3. Iluminar una obra

Con excepción de los óleos y los acrílicos, que aprecian la luminosidad amarillenta de las bombillas incandescentes, la mayoría de obras se iluminan con lámparas de baja tensión o a las de LEDs.

  • Evita los halógenos, que desprenden demasiados rayos UV, y la luz natural directa, que estropea la pintura: nunca coloques un cuadro delante de una ventana.
  • Los spots, rieles y otros apliques pueden fijarse al suelo, al techo, con varillas, eventualmente sobre el marco, por encima o por debajo de la obra. Algunos modelos, con pilas, te evitarán tener que ocultar kilómetros de cable...

4. Organizar los cuadros

  • Las obras voluminosas aplastarán con su presencia a las modestas compañeras que pudiera ocurrírsete ponerles al lado. Exponlas solas, en el centro de una pared vacía, por ejemplo.
  • Al contrario, los formatos medianos y pequeños se adaptan sin problema a las composiciones. Estas combinaciones son mucho más organizadas de lo que pudiera parecer. Aunque estén compuestas de marcos de tamaños y formas distintas, tienen que sugerir globalmente un volumen identificable: cuadrado, rectangular, oval...
  • Nada te obliga a combinar solamente grabados, lienzos, o pasteles. Sólo hay que respetar una regla: el conjunto tiene que ser harmonioso, como si cada obra hubiera sido creada para convivir con las demás.
  • Realiza varias pruebas en el suelo antes de pasar a la acción.
  • Excepto en caso de que las obras hayan sido creadas para complementarse, en general es mejor evitar los dúos, en provecho de composiciones de tres, cuatro, seis... o más.
  • Toda alineación de cuadros del mismo formato, horizontal o vertical, impone un intervalo idéntico entre las obras. En una escalera, una serie colocada en oblicuo tiene que ser paralela a la pendiente de la barandilla.
  • Si colocas cuadros de formato distinto en línea, aleja los más voluminosos de los extremos.
  • En un lugar de paso (por ejemplo, un pasillo), cuelga las obras a la altura de los ojos.

Truco: ¿Cuadros rectos o inclinados hacia delante?

Ante todo, se trata de una cuestión de gusto. En una composición, todos los cuadros tienen que tener la misma inclinación.

  • Un cuadro colgado en altura captará más fácilmente la atención si está ligeramente inclinado hacia usted (parte superior separada de la pared).
  • Un cuadro colocado en el suelo se inclinará espontáneamente hacia arriba... como para "mirar" mejor a sus admiradores.