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Enmarcado : Unos marcos preciosos

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Un marco dorado con hoja de oro, con imitación de lapislázuli o con marquetería de esencias exóticas... El enmarcador suele utilizar técnicas de ebanistería o decoración de interiores para ofrecer un entorno con carácter a las obras que se le confían.

1. Todo lo que brilla...

La historia del marco siempre ha estado estrechamente ligada a la de la pintura y el dibujo. Elevado al rango del arte en la Italia Renacentista, se apoyó durante mucho tiempo en el saber hacer de decoradores y ebanistas de renombre. Mezclando materiales preciosos (como la incomparable hoja de oro) y hábiles trampantojos, a veces ha intentado incluso eclipsar la obra en sí. Pero su vocación principal es servir... sin más límite que el de la imaginación del que lo concibe.

2. Variaciones sutiles para acuerdos perfectos

Los enmarcadores contemporáneos no han perdido nada de la imaginación de sus ancestros. Algunos secretos para aprender a imitar los materiales de enmarcación más preciosos...

  • La madera: aunque se siguen utilizando chapados de coba, arce o nogal, la riqueza de sus tonos puede imitarse fácilmente superponiendo y lijando tintes o enlucidos al agua u óleos, de tonos a veces muy contrastados.

 

  •  La piedra: por asociación de colores aplicados con esponja, eventualmente realzados con vetas dibujadas con pincel, acabados con barniz mate o cera de abeja.... Así nacen falsos mármoles, granitos y otros pórfidos perfectamente pulidos. Hasta el precioso lapislázuli, cuya riqueza se realza con una fina lluvia de polvos de oro.

 

  • Algunas ideas para imitar la naturaleza: el caparazón de tortuga auténtico ha cedido su lugar a un trampantojo creado mediante la imbricación de toques de pintura ocre y negra, luego recubierta de laca. Un acabado siempre apreciado, como el bambú (que también se imita con pintura), para los grabados exóticos o tablas de botánica, por ejemplo.

¿Lo sabías? La hoja de oro...

Simbolizando la riqueza desde la noche de los tiempos, el oro sigue siendo hoy el material de acabado más utilizado en enmarcación. Cálido, refuerza la luminosidad de las telas. A pesar de su brillo, sabe halagar, con toda neutralidad, los colores de las obras. Existen dos técnicas de dorado: 

  • Con mixión: aplicación de un apresto especial con pincel (la mixión: existe ya lista para el uso en el comercio), y luego colocación de la hoja tras el secado del marco). Después de la operación, pasar una piedra de ágata por toda la superficie para dar un efecto de pátina.
  • Con bol, mucho más complicado: se trata de aplicar dos capas de un enlucido aceitoso compuesto de agua, tierra de Armenia (polvo de arcilla en polvo o en pasta, existe en distintos colores) y cola de conejo, para preparar uno mismo. El resultado es muy sutil: la hoja de oro destaca delicadamente los detalles esculpidos del marco.