Muchos artistas trabajan combinando distintos medios, pintura a base de agua y lápiz, por ejemplo. Algunos han hecho de ello su especialidad, asociando las técnicas con alegría, ostensiblemente o de manera discreta. ¡Cuestión de afinidad!
Muchos artistas trabajan combinando distintos medios, pintura a base de agua y lápiz, por ejemplo. Algunos han hecho de ello su especialidad, asociando las técnicas con alegría, ostensiblemente o de manera discreta. ¡Cuestión de afinidad!
Para aprovechar las ventajas que ofrece cada una: la incomparable luminosidad del óleo combinada con el secado rápido de la pintura acrílica; la ternura de la acuarela realzada con la dureza del lápiz...
Para acentuar los relieves superponiendo las materias: pintura y pastel o pasta de modelar, en particular.
Para lograr matices imposibles de obtener con una sola técnica: los « dibujos de tres lápices » se basan desde el siglo XVI en la alternancia de piedra negra, sanguina y tiza blanca, tres medios complementarios.
Para proteger una obra, aunque su naturaleza se vea modificada: gouache o acuarela sobre pastel, por ejemplo.
Porque el arte es, ante todo, sinónimo de placer. Entonces ¿por qué tener que elegir?
Todos los medios secos son compatibles entre ellos y presentan propiedades comunes: trabajo gráfico o atenuado, eventual dilución... Y lo mismo sucede con las técnicas a base de agua: acuarela, gouache, aguada con tonta o pastel, etc.
En la misma obra, se puede utilizar un medio seco, diluido o no.
La pintura y los medios secos se pueden superponer desde el momento que se respetan los tiempos de secado.
Los medios secos y húmedos se aplican el el orden que tú elijas, con resultados distintos: algunos trazos de carboncillo dan dinamismo a la acuarela; si ésta se aplica después, se ensombrece mezclándose con la materia del carboncillo.
Se puede aplicar un medio seco sobre una capa húmeda: hazlo con precaución y con papeles resistentes. Obtendrás fundidos originales.
El agua y el aceite suelen presentarse como enemigos. Sin embargo, una capa previa de gouache es compatible con la pintura al óleo. Sin embargo, lo contrario es más incierto: el aceite puede pudrir el soporte.
Pastel y pasta de modelar: este última te permite crear relieves marcados. Una vez seco, puede recubrirse con pastel seco, el polvo se deposita en los huecos.
Pastel y gouache: la pintura captura la materia y gana en volumen.
Cera y pastel o pintura: la cera repele el agua, pero aglutina las partículas de los medios pulverulentos (a base de polvos). También permite, una vez rascada, descubrir parcialmente la capa previa.
Lápices y pinceles: los primeros se prestan a un trabajo gráfico, y los segundos a efectos de color. Juntos, crean o dan vida a los volúmenes, refuerzan el carácter del tema.
Los distintos materiales utilizados con acuarela húmeda crean texturas originales: el roce de las plumas, la arena o el arroz esparcidos y luego retirados soplando suavemente...
También puede pegar distintas materias sobre tus obras: papel, fotos, textos impresos, cortezas de árboles...
Mezclar demasiados medios: limítate, por lo menos la principio, a dos medios, hasta que domines sus sutilezas.
Intentar todas las mezclas: ¡si haces demasiadas perjudicarás al tema!
Utilizar los medios al azar: sacarás mayor partido de ellos si respetas su modo de empleo.
No preparar el soporte: utiliza un papel resistente al agua, y ténsalo antes de trabajar. Si no, se deformará irremediablemente.