Papel, pinceles, paños suaves, tabla de dibujo... Emplear varias técnicas sugiere que se razone en plural. Y que nos adaptemos a las particularidades de cada medio.
1. El papel
Todas las técnicas secas (pastel, carboncillo, sanguina, tizas artísticas...) se trabajan muy bien con papel de dibujo.
Lo puedes elegir blanco o de color: su gran variedad de tonos permite lograr armonías justas y, al contrario, contrastes fuertes.
También existen papeles concebidos especialmente para las técnicas mixtas que permiten combinar en un mismo soporte técnicas húmedas (acuarela, acrílica, gouache) y todo tipo de técnicas secas.
Truco: ¿Cara lisa o granulada?
Algunos papeles de dibujo presentan dos caras con granos distintos:
Utiliza el lado liso para los trabajos que requieren finura y precisión,
Reserva la cara con textura para los efectos gráficos, que tengan que retener la materia.
2. Los demás soportes
Papel reciclado, abrasivo, kraft, cartón, madera, e incluso la tela ofrecen infinitas posibilidades. Cada uno reaccionará de una manera al trazo o la aplicación de un medio seco, o al empleo de ciertos medios húmedos. Por ejemplo, la combinación de papel de arroz/tinta da, bonitos resultados.
3. Los pinceles
Prepara instrumentos específicos para cada técnica.
Truco: los pinceles de acuarela de adaptan también al trabajo a base de agua (pintura, aguada con tinta, disolución de medios secos...), como a la aplicación de pasteles y tizas.
4. La tabla de dibujo
Resulta indispensable para tensar los papeles destinados a recibir materias húmedas, y también para optimizar las posibilidades de trabajar limpiamente. Las marcas de dedos alrededor de la obra figuran entre los principales enemigos del dibujante.
Elige una tabla lisa, para evitar que su textura influya en tu trabajo, y más grande que el papel. Si está barnizada, retendrá menos las partículas de polvo.
Con la práctica, apreciarás el confort de las mesas de dibujo de orientación variable.
Algunos adeptos del carboncillo trabajan verticalmente con caballete, muy práctico para evacuar el exceso de materia.
5. Y también...
Material indispensable
Esponjas, paños suave y pedazos de guata: por sus efectos, para garantizar la limpieza de la obra y de los medios secos.
Una selección de difuminadores: son rollos de papel con punta, y los hay de distintos grosores. Prepara uno por color.
Una goma clásica blanda y una goma de miga de pan, que absorba las partículas de materia.
Secantes y papeles para ocultar ciertas zonas durante el trabajo.
Un sacapuntas o un cúter, prácticos para sacar punta a los pasteles o reducirlos a polvos. Los afiladores, compuestos por franjas de papel de lija fijados a un soporte, cumplen la misma función.
Una pluma para trabajar con tinta.
Los originales...
El aerógrafo para realizar proyecciones de pintura acrílica.
El rodillo de pintura para ayudar a extender las aguadas.
Los « plus » de los profesionales
Esculpe la materia con pasta de modelar y pasteles grasos, utilizando un cúter, un cuchillo de pintar... ¡o incluso tus dedos!
Coloca una hoja de fieltro bajo el papel destinado a la tinta: ésta se bebe la humedad...¡sin absorber el color!
Emplea un fijador para medios volátiles (pastel, carboncillo, etc): podrás superponer las capas sin mezclarlas.
Tus mejores instrumentos de difuminado son... ¡tus dedos! Con la condición de que dediques uno a cada medio, a cada color... y que los limpies regularmente.
Producto aconsejado:
Graduate Mixed Media - White paper
