De la estampa al libro compuesto por imágenes y textos seleccionados, la edición de arte es una disciplina múltiple. Siempre reposa sobre un trabajo meticuloso, que recurre lo máximo posible a las técnicas tradicionales.
De la estampa al libro compuesto por imágenes y textos seleccionados, la edición de arte es una disciplina múltiple. Siempre reposa sobre un trabajo meticuloso, que recurre lo máximo posible a las técnicas tradicionales.
La edición de arte reúne una serie de técnicas que permiten producir distintos soportes.
Los libros de artistas, grabado y otras litografías modernas suelen ir firmados, y sobre todo numerados.
Aunque las técnicas se han ido diversificando con el tiempo, todas reposan sobre el mismo principio: imprimir en una hoja de papel de alga calidad la huella de una obra realizada con una matriz específica.
En todos los casos, la obra se reproduce mediante el entintado del papel.
- El picado de ahorro (o en relieve):
La obra se dibuja en una matriz de madera o linóleo. Luego el grabador pica el soporte "ahorrando" el trazo, que por lo tanto se inscribe en relieve, listo para ser entintado y puesto en contacto con el papel.
- La talla dulce (o picado liso): Hay distintos métodos para grabar el dibujo en profundidad sobre una place de cobre o de cinc. Aplicada utilizando un paño, un tampón o incluso a mano, la tinta se deposita en los huecos. La placa, recubierta con el papel, pasa a continuación entre los rodillos de una prensa. Distinguimos dos tipos de talla dulce:
- La talla directa: el grabado se realiza físicamente utilizando distintas herramientas (método del "buril"), una punta de acero fina ("punta seca") o incluso un graneador ("a la manera negra").
- El grabado con ácido: es el caso del aguafuerte. La placa se protege previamente con un barniz. La imagen se dibuja y luego se graba en el barniz, que será sometido a la acción corrosiva de un ácido y marcada químicamente.
El artista dibuja sobre una piedra porosa especialmente tratada (o una placa de cinc) utilizando un medio graso: lápiz, tinta especial, pastel con cera... Pueden añadirse unos aplats, denominados "lavis de tinta". A continuación, se humidifica la piedra y se entinta con un rodillo: solo las superficies grasas, donde no llega el agua, retienen la tinta. Luego se recubre la piedra con una hoja de papel, y luego se pasa por una prensa.
Se basa en el principio de la plantilla: se aplica el color en el soporte a través de un tejido fino (nilón) con el que se han cubierto ciertas zonas previamente. La materia queda distribuida uniformemente, sin matices. Cabe la posibilidad de aplicar varios tonos sucesivamente. Sus ventajas: es muy rentable, y el resultado de los colores es particularmente deslumbrante.
Desde finales del siglo XIX, permiten reproducir imágenes naturalmente. Sin embargo, los puristas les otorgan a regañadientes el título de estampa, ya que el artista no trabaja directamente la matriz. La imagen, presente en una película fotográfica transparente, es transferida sobre el soporte de impresión previamente recubierto de una materia fotosensible (el líquido de revelación). A continuación, se fija y se seca la fotografía. A pesar de la industrialización de la producción de imágenes fotográficas, y más tarde la revolución digital, se siguen utilizando algunas técnicas tradicionales.
Tradicionalmente asociada al blanco y negro, la estampa también pude, en algunas ocasiones, adoptar el color.