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Pintar un paisaje otoñal.

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Este paisaje de colores vivos, realizado en 8 pasos, sienta las bases de una buena construcción del color y de una progresión sencilla y eficaz conocida como "graso sobre magro".
Tiempo de ejecución: 2 h

 

Material utilizado:
 

  • Papel: Canson XL Mixed Media Textured 
  • Colores: set de 10 colores Daler Rowney Acrylic System 3, acuarelas Daler Rowney Aquafine para el fondo azul.
  • Pinceles: set Graduate System 3 (500)
  • Lápiz de color: Lyra 2H
  • Accesorios: 2 recipientes de agua, goma de borrar, regla, cinta adhesiva reposicionable, paño.

     

Paso 1


Pega los bordes de la hoja con cinta adhesiva. Una vez eliminada esta frontera, se añadirá precisión a tu trabajo, creando una Marie-Louise natural (en otras palabras, un borde o marco).


Dibuja una línea de horizonte en el tercio inferior y dos ejes de perspectiva para sugerir la profundidad de la escena. Luego, un único edificio a la izquierda, situado sobre la línea del horizonte, y una serie de troncos de árboles a intervalos cada vez más cercanos.
 

Paso 2


Aplica una base de color azul muy diluido en toda la superficie seca de la acuarela. Esta capa, conocida como capa "magra", es similar a un fondo o impresión. También puede hacerse con acrílico muy diluido.


En cualquier caso, esta capa debe seguir siendo transparente pero de un color suficientemente intenso.


En este caso, hemos optado por complementar el tono anaranjado de la obra acabada.


Consejo: piensa siempre en términos de opuestos en la rueda de colores: utiliza colores complementarios para crear armonía visual (azul-naranja / rojo-verde / amarillo-morado)...

Paso 3
 

Todo lo demás se hará en acrílico. Aplica verde a todo el follaje de los árboles. Esta base está en armonía con el curso de la naturaleza. Las hojas verdes dan paso gradualmente a las naranjas y rojas.
 

Continúa acentuando ciertas zonas más oscuras, permaneciendo siempre bastante magro (muy diluido).
 

Consejo: en lugar de utilizar verde puro, opta por sus propias mezclas, es decir, diferentes amarillos y azules para variar los tonos. Con cada aporte, surgirán diversos matices. Para aclarar un tono verde, añade un poco de amarillo; para oscurecerlo, un poco de azul. No es necesario que utilices el blanco o el negro todavía, ya que podría apagar tu color.
 

Paso 4


Aplica una base naranja al follaje. Da amplias pinceladas con un pincel mediano.


Una vez seco, utiliza un pincel más fino para los troncos y algunas ramas. Para este paso, mezcla Terre d'ombre brûlée (tierra de sombra oscura) y azul diluyendo menos (la consistencia será más "grasa").

Paso 5
 

Rocía las hojas generosamente con bermellón para añadir intensidad.


Importante: una vez terminada una obra de arte, uno no se da cuenta necesariamente de todo el proceso que se ha seguido. Si crees que añadir un color hace desaparecer innecesariamente el anterior, recuerda que nunca es en vano. Esto es como los cimientos de una casa: invisibles a simple vista, pero esenciales para la estabilidad de la estructura final.
 

Paso 6


Usando azul y blanco, crea un cielo nublado con una pintura grasa. Elige masas imponentes en la parte superior y más finas hacia el horizonte para acentuar el efecto de perspectiva.


Trata el suelo con amplias pinceladas en tonos tierra. A continuación, reflejos verdes brillantes para la hierba.
 

Paso 7


Aquí empezamos a entrar en los detalles del paisaje.  


Una vez que se hayan secado bien las capas anteriores, utiliza un pincel fino para aplicar ligeros toques grasos (poco diluidos) al follaje: naranja, amarillo y bermellón.
Dibuja con un pincel una barrera en primer plano y sus zonas de luz en blanco (en acrílico).


Haz que la luz aparezca bajo los árboles del fondo y entre las hojas


Consejo: a menudo, el "blanco" del cielo se forma con retoques posteriores. En muchas pinturas clásicas, estos destellos de luz se añaden al final, de forma precisa, y son por tanto más empastados. 
 

Paso 8
 

A ti te corresponde juzgar, en función del modelo y de tu sensibilidad, los retoques finales necesarios para equilibrar los colores de tu obra.


Observa cómo las hojas que caen se añaden al final sobre los troncos, en el suelo, etc.


Las ramas desaparecieron poco a poco bajo los colores. Realcé algunas de ellas con un tinte oscuro en algunos lugares. Recuerda que siempre serán más delgadas hacia las copas de los árboles. 


Entrecierra los ojos para ver el grado de "precisión" de tus motivos. Hacia el horizonte, sé más sugerente que en los primeros planos.

Resumen

  • Comienza con una base de color magra (diluida) en los colores complementarios.
  • Progresa por etapas, por toda la superficie, volviéndose cada vez más graso.
  • Tómate tu tiempo para variar los efectos plásticos gracias a la resistente textura del papel y a los colores vivos