Dibujar tu caballo no es tan complicado ... Unas líneas de lápiz, un poco de color y listo. ¡Hue dada!
Dibujar tu caballo no es tan complicado ... Unas líneas de lápiz, un poco de color y listo. ¡Hue dada!
Este primer paso es muy importante porque el caballo tiene una silueta característica compleja. Asegúrate de que las proporciones son correctas: ¡corres el riesgo de dibujar un burro! Usa un lápiz, por los trazos delgados y ligeros.
Los colores de los caballos no son muy variados: tratar de jugar con los contrastes. Elije un color para la crin, la cola y las pezuñas, y otro para su pelaje. También puedes motear con un tercer color.
Si eres, en el fondo, un (a) visionario (a), no dudes en convertirlo en un unicornio. ¡Añade un cuerno en la frente, coloréalo rosa y dale una gran melena multicolor!