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Óleo: Trabajar distintas texturas

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Añadir todo tipo de materiales (arena, copos de madera, serrín) a los colores para espesar la textura, realizar huellas... Trabaja la obra como un objeto en tres dimensiones.

Algunos conocimientos

Dado que el aceite es un aglutinante fuerte, puedes añadir a la pintura al óleo todo tipo de cargas. Sin embargo, procura utilizar un soporte lo bastante rígido (bastidor entelado, tabla de madera) para que resista al peso de las capas de pintura.

1. Los distintos aditivos

Trabaja la mezcla del color y los aditivos con un cuchillo de paleta. El pequeño plus: pide una muestra de azulejo (más o menos de 40 x 40 cm) en una tienda de bricolaje... lo utilizarás como paleta.

  • La arena: mezclada con la pintura, el color es más tornasolado y la textura delicadamente granulada.
     
  • El serrín: espesante notable, permite la aplicación de empastes muy gruesos. Cuando la capa se endurece, puedes trabajar su forma según tus inspiraciones: de pintor... ¡pasas a ser escultor!
     
  • Los copos de madera: es el aditivo más difícil de trabajar. Dado que le da al color un gran relieve, es mejor utilizarlos sólo en algunas zonas restringidas de la obra. Obtendrás efectos de contraste con los demás colores, de texturas más ligeras.

2. Las huellas

Aplica la pintura en capa gruesa y aprovecha su largo tiempo de secado para dejar huellas en el color.

Utiliza cualquier objeto: lo importante es que deje marcas en relieve.

¡Cuidado!

Antes de lanzarte, realiza algunas pruebas para medir el grosor de pintura que necesitas, así como la manera y la fuerza con la que tendrás que aplicar el objeto para obtener el efecto deseado.

Producto aconsejado:
Figueras®