¿RAW, TIFF o JPEG? Se trata de una cuestión de matices, de codificación de los colores y de compresión de los píxeles que componen la imagen. Repasemos los tres formatos.
¿RAW, TIFF o JPEG? Se trata de una cuestión de matices, de codificación de los colores y de compresión de los píxeles que componen la imagen. Repasemos los tres formatos.
¡Es el más habitual! Los colores se obtienen mezclando los 3 colores primarios: rojo, verde, azul. Cada color primario se codifica con 8 bits, es decir, 256 niveles. Por tanto, el número de colores posibles es de 256 (Rojo) x 256 (Verde) x 256 (Azul) = 16,7 millones.
Uso: el envío de imágenes por Internet, la creación de imágenes para las páginas web o el envío de archivos a los laboratorios fotográficos.
El formato RAW no está definido por un estándar. Cada fabricante de cámaras fotográficas posee el suyo, con un sufijo de archivo diferente: .CR2, .NEF, .RAF, .PEF, .X3F, etc. ¿Por qué se caracteriza? Conserva los datos brutos (raw en inglés) procedentes del sensor y por tanto contiene muchos más matices que un archivo JPEG: el archivo RAW codifica los datos de colores en 12 o 14 bits, es decir, 16.384 niveles por color primario.
Su cámara le permite guardar una misma foto en dos formatos diferentes e incluso de manera simultánea: JPEG, RAW, RAW + JPEG. Guarde en RAW + JPEG y almacénelos en dos carpetas diferentes: el RAW para la edición de imágenes y el JPEG para una visualización rápida.
Es un formato que habitualmente se utiliza en la industria gráfica. No resulta destructivo ya que cada píxel codificado se integra en el archivo, conservando así una calidad de imagen máxima.
Uso: resérvelo para guardar un archivo definitivo tras haberlo editado con un programa de edición de imágenes. De este modo conservará todos los matices de la imagen.