Pasar al contenido principal

Elegir el material de conservación

Observe este artículo
Average: 4 (2 votos)

¡Mima tus obras finalizadas! Apórtales algunos cuidados suplementarios: he aquí la lista del material indispensable para conservarlas en las mejores condiciones posibles.

1. Los barnices

Preservar las técnicas húmedas

Aceite, acrílico, acuarela o gouache: cada técnica impone la utilización de barnices específicos, que aportan un resultado mate, satinado o brillante. La mayoría se aplican en una sola capa y con pincel, siempre en el mismo sentido.

  • Elígelos que no amarilleen y aplícalos tras el secado completo de la obra. No dudes en esperar varios meses antes de tratar una obra al óleo.
  • Los barnices especiales anti UV impermeabilizan y protegen las obras expuestas en el exterior.
  • Si quieres que un restaurador pueda intervenir un día en tus creaciones, utiliza productos reversibles.

Preservar los medios secos

Los barnices más clásicos se presentan en aerosol o en forma líquida, para utilizar con un pulverizador.

  • Vaporiza sucesivamente varias capas finas, para no aguar el papel, y deja secar antes de toda nueva aplicación.
  • Mantén el aerosol a unos 30 o 40 cm de la obra.

2. Las materias protectoras

  • El cartón especial de conservación: antifúngico, sin ácido y dotado de una reserva alcalina, este contracolado está ensamblado con colas neutras. Disponible en varios formatos (hasta 100 x 140 cm) y en distintos grosores, puede utilizarse para fijar las obras o para servir de passepartout para el enmarcado. Moldeado, también sirve para fabricar clasificadores y cajas de archivos o de presentación.
  • El papel permanente: menos rígido que el cartón, permite confeccionar carpetas y fundas cerradas por tres lados, eventualmente dotadas de una solapa. Los formatos varían de 13 x 18 cm hasta 60 x 80 cm.
  • El papel barrera: sin ácido y dotado de una reserva alcalina, conviene a los documentos A3 o A4. Según el uso, elígelo en hojas sueltas o en subcarpetas.
  • El film de poliéster: tiene que ser químicamente neutro para proporcionar una buena protección. Este film se presenta en distintas formas, de las clásicas fundas cerradas por dos lados a las carpetas divididas o no en compartimentos (para la conservación de las diapositivas, por ejemplo), con o sin perforaciones.

Recordatorio: reserva alcalina y pH neutro

  • La reserva alcalina : introducida en los papeles en el momento de su fabricación, esta sustancia (carbonato de magnesio o de calcio, por ejemplo) neutraliza la acidificación de los materiales a largo plazo y prolonga su longevidad. Una vez agotada esta reserva, hay que cambiar el papel.
  • El pH neutro: es la tasa de acidez ideal de un papel de conservación (cercano a 7). Cuidado, la neutralidad de un papel no implica siempre que sea de buena calidad: algunos contienen impurezas y pueden fragilizarse y fragilizar la obra conservada con el paso del tiempo.

3. Los artículos de conservación

  • Los clasificadores: elige modelos fabricados en cartón especial de conservación, rígidos y que puedan insertarse eventualmente en estuches a juego. Obtendrás un acabado cuidado, tus documentos estarán protegidos de la mejor forma posible, y podrás guardarlos tanto vertical como horizontalmente, apilándolos. En general, están previstos para guardar documentos de formato A4 como máximo.
  • Las cajas de archivos: en el mismo formato, y también sin ácido, son útiles para conservar a un coste inferior un gran número de documentos, protegidos con subcarpetas.
  • Las cajas y estuches: disponibles en varios formatos, hasta 60 x 80 cm, permiten guardar en plano documentos de grandes tamaños. Con un acabado cuidado, realizados en cartón especial de conservación, protegen al mismo tiempo que permiten consultar directamente las obras. Algunos modelos, con tapa integrada sujeta con bisagras, son fáciles de manipular.
  • Los tubos: también en cartón especial de conservación, albergarán tus obras de gran formato: pinturas, grabados, pósters, fotos...

Recordatorio: Enmarcación, reflejos a adquirir

  • Prefiere las colas antifúngicas con pH neutro a las recetas artesanales susceptibles de transmitir su acidez a las obras.
  • Elige papeles y cartones que optimicen la conservación de la obra.
  • Haz pequeñas aberturas en las esquinas del paquete para dejar respirar los grabados antiguos.